Biografía: William Fuentes Ramos

Su nombre completo es William Orlando Fuentes Ramos, nació en Chinú - Córdoba (Colombia) el 22 de diciembre de 1961, hijo de Luis Manuel e Ignacia María, octavo entre 10 hermanos, padre de Karen, Osneyder, William y Meira.

Bachiller 1981 del colegio San Francisco de Asís, Máster en dirección de Centros Educativos de la UNIR de España, actual Abogado, Licenciado en Educación Rural del Centro Universitario de Bienestar Rural, Actual Rector de la Institución educativa Las Mercedes de Chinú.

Tiene cuatro libros de poesía publicados: Panorama Azul, Adiós al Atardecer, Rayos de Verdad y Desde la Etnia Zenú; Infancia quebrantada desde la Etnia Zenú; Versos de reconciliación.

Incluido en cuatro Antologías: La Palabra Provocada 2019, La Palabra Provocada 2020, Para Seguir Soñando, Summa Poética; Colectivo de Poetas de Chinú 2021.

Obra literaria y cultural, Director de varias revistas culturales: Encuentro Nacional de Declamadores y Poetas, exdirector de la Casa de la Cultura de su pueblo corresponsal de la Revista Aquí El Cesar. Incluido en investigaciones de Literatura, homenajeado múltiples veces: Cámara de representantes, Alcaldía de Chinú, Concejo de Chinú, Ins. Educativa: Las Mercedes, Inscarmen (Ambas de Chinú). Encuentro Nacional de Poetas y Declamadores de Chinú. Colaborador de varios periódicos y Revistas de Colombia.

POEMAS:

CÓMO NO AMARTE FRANCIA:
Si en tu vientre se engendró la libertad de américa;
Y el gran Nariño bebió los Derechos del Hombre en tus pezones
Y los entregó traducidos a los campesinos y artesanos cuando no había patria.
Ellos pudrieron las cadenas de la esclavitud.
Bolívar, Galán, Policarpa siguen mojados y asoleados en parques y plazas
Con las voces de libertad que tú les entregaste.
En tu amniótico crecieron las fábulas de Pombo
En paredes y cojines de tu metro hay corazones colombianos flechados
Cómo no amarte Francia; si Verne, Voltaire y otros
Son pasos obligados a los cultos del mundo.

LA NOVIA QUE ME DEJÓ DARÍO:
“Fina como joya humana” la describió Darío;
Vino guardado por poetas milenarios.
A brazos Nicaraguenses usurpé, robé;
La puse a vivir en Chinú, le hice hijos,
Le coloqué areticos, flores locales y adornitos zenúes.
Vamos por caminos abandonados,
Esquivando las huellas de Darío
Para no tener que avergonzarnos ante semejante poeta.
Mi poesía de marfil, oro, diamante y barro
Salta océanos y llega al arco del triunfo,
A la torre Eiffel, y desde allí ve crecer a los nuevos poetas
Que hacen y deshacen versos en busca de la novia perfecta.
El bronce muerto renace en América
Y grita libertad en las campanas de las iglesias.
Vino viejo y estancado dispuesto a embriagarnos en cualquier momento,
Carne fina y caucásica; testigo de tropiezos y silencios;
Llegaste con tus cabellos de palma, hiciste un rancho indígena;
Ahora vivo en una hamaca escribiendo y alabando el verso
Ay mi vida, tu sexo dulce y sonoro es la gracia de mis días
¡Ay poesía…! Gracias por ponerme alas
Y remendar las alas rotas en mi pueblo.